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Entrevistamos a la Dra. Orlanda Varela, psiquiatra del área infantil y socia fundadora de SINEWS , para resolver las dudas más frecuentes respecto al bilingüismo. Hablar con ella sobre este tema es siempre un placer, tomad nota, que os va a interesar lo que nos cuenta… Enjoy It!

1. ¿Cuáles son las condiciones perfectas para que un niño se convierta en bilingüe?

Lo cierto es que no hay una única receta válida. Muchos niños en todo el mundo crecen en el bilingüismo con distintas situaciones: Un idioma en el cole y otro en casa, un papá de una nacionalidad y una mamá de otra, una nanny de otro país que les habla en su idioma…

Los ingredientes fundamentales son: exposición a más de una lengua y necesidad de hacerse entender en dos o más idiomas.

Si lo pensamos bien, aprendemos nuestra lengua materna de ese modo: la oímos continuamente y necesitamos emitir mensajes que el resto comprenda. Por ese mismo mecanismo (para el que nuestro cerebro viene preparado “de serie”) se puede aprender a la vez más de un “idioma materno” a la vez.

2. ¿Cuándo se aconseja empezar con el segundo idioma si los padres no son bilingües?

Depende de cuál sea el objetivo.

  • Si el objetivo es que el niño aprenda la segunda lengua por los mismos mecanismos que aprende su primera lengua y que llegue a usarla sin traducir, que sea un bilingüe simultáneo precoz (estas personas a veces para recordar en qué idioma han dicho algo tienen que pensar con quién hablaban y no son conscientes de una diferencia de esfuerzo entre usar un idioma o el otro), entonces cuanto antes expongamos al niño a los dos idiomas mejor. Incluso antes de que empiece a hablar.

Es importante ser conscientes del esfuerzo que supone este proyecto siendo los papás monolingües, porque se trata de ofrecer las oportunidades naturales de comunicación en inglés o en alemán o en chino que el entorno no facilita. Estamos hablando de que se necesita una exposición muy potente, muchas horas en situaciones de interacción en las que el niño se vea obligado por la necesidad a hablar. Al final se trata de mucho esfuerzo, tiempo y muchas veces dinero: contratar a una nanny de otra nacionalidad desde que el niño es un lactante (Enjoy Mandarin, una empresa con la que colaboramos, ofrece servicios de cuidadoras en chino); escolarizarlo en otro idioma (preferiblemente en un colegio monolingüe donde estudien también niños nativos)…

 

  • Si el objetivo es que el niño se vaya familiarizando con una segunda lengua y consiga habilidades de comunicación básicas en ese idioma, que sea un bilingüe tardío, pero bilingüe, la edad no es tan importante. En principio se habla de que cuanto antes, cuanta más exposición y cuanto más natural (menos académica), menos interferencias (tanto en el acento como en las estructuras gramaticales) habrá del idioma dominante en el segundo y de forma más natural y con menor esfuerzo se producirá el aprendizaje. Pero ¡nunca es tarde si la exposición es buena! Y es mejor cuanto más natural (lo mejor, viajar a otro país y exponerse a situaciones reales: tener que comprar, trabajar o relacionarse) y cuanto más activa (el extremo de lo menos útil, aunque un poquito útil sí es, sería ponerle al niño programas de dibujos en otro idioma, porque es una exposición muy pasiva).

 

Todos conocemos a adultos de otros países que se han trasladado a nuestro país y hablar perfectamente español a pesar de no haberlo aprendido de pequeños. El secreto: cuanta más necesidad de comunicarnos, más potente el estímulo para el cerebro.

Bueno… por supuesto hay personas con mejores habilidades para los idiomas que otras.

 

3. Si uno de los padres habla un idioma diferente, ¿necesita el niño un refuerzo escolar en el idioma distinto o le bastaría con comunicarse con él en esa lengua para dominarla?

Si uno de los papás habla al niño en una lengua diferente de la de la comunidad en la que vive, el niño tendrá mucha ventaja a la hora de dominar esa lengua, sin embargo no es siempre suficiente para que decida usar ese idioma con su padre. Los niños expuestos a varios idiomas tienen algo super-claro: las lenguas sirven para comunicarse y como comunicarse es algo tan importante en el día a día no van a utilizar un instrumento más lento o más costoso con sus papás si saben que ellos conocen perfectamente el idioma del país en el que viven.

Pero incluso si a partir de una determinada edad el niño decide comunicarse preferentemente en el idioma que le resulta más cómodo y no responder a su papá y su mamá en su lengua, merece la pena seguir hablándole en ella, porque la exposición permitirá que en las primeras vacaciones o viaje o campamento o primer curso, el uso activo del idioma pegue un “estirón” que sería imposible si nuestro hijo no hubiese estado expuesto desde que nació.

Hace falta mucha exposición para dominar un idioma. Muchas investigaciones hablan de un 20 % del tiempo de vigilia. Cuando el niño es pequeñito y pasa mucho tiempo en casa no es necesario añadir más estímulo pero pensemos en cuánto tiempo de intercambio comunicativo pasa un padre con un chico de 14 o 15 años, probablemente no son 2 ó 3 horas al día de conversación. Cuantos más entornos en los que se use la  segunda lengua, mejor.

4. ¿Es cierto que los niños bilingües comienzan más tarde a hablar?

Los padres que tienen la experiencia del esfuerzo que supone aprender una lengua en un entorno académico con dos clases por semana (así se enseñaba idiomas en nuestro país, donde, por otro lado, se doblan todas las películas y se traducen hasta los periódicos extranjeros) tienen muchos y variados temores con respecto a la “confusión” que puede causar en sus hijos la exposición a varios idiomas. Y es que estudiar un idioma y aprender una lengua son cosas muy distintas. Sólo hay que pensar en cómo aprendimos a hablar nuestra lengua materna, nadie nos hacía repetir ni nos corregía, nos corregimos solos a base de ensayo y error. Ése es el proceso por el que un niño aprende dos lenguas a la vez desde pequeño.

No hay ningún trastorno cuya causa sea el bilingüismo, como mucho habrá anécdotas de frases con idiomas mezclados, palabras inventadas en spainglish o chiñol… nada muy distinto de la lengua de trapo de los niños con un solo idioma.

Efectivamente, parece que la media de los niños bilingües empieza a hablar unos meses más tarde, sin embargo hay niños monolingües que comienzan a hablar con 16 meses y los hay también que empiezan a hacerlo con dos años y medio y ninguna de las dos situaciones es patológica por sí misma. No es un retardo problemático del habla y si un niño bilingüe tarda demasiado en comenzar a hablar es importante descartar otras causas.

 

Cortamos aquí, para seguir con las demás respuestas en otro post… ¡Esperamos que os esté gustando!.

 

Gracias

 

Si estás interesado en saber más sobre bilingüismo infantil, tienes la oportunidad de plantear tus dudas a los expertos de SINEWS en el TALLER PARA PADRES SOBRE BILINGÜISMO INFANTIL: PINCHA AQUÍ